Llega a España la última novela de la escritora rusa Ludmila Ulítskaya, 'Sinceramente suyo, Shúrik'

Redacción / EP
La escritora rusa Ludmila Ulítskaya ha publicado "Sinceramente suyo, Shúrik" (Anagrama/Quaderns Crema), su primera obra traducida en España y que fue galardonada con el premio a la mejor novela del año en Rusia en 2004.

La escritora explicó hoy en Barcelona que el protagonista de su obra es "un filántropo sexual víctima de las mujeres". El libro, que llega dos años después a España, será el primero que se traduzca de Ulítskaya y en un futuro se hará lo mismo con otras obras de la misma autora.

"Sinceramente suyo, Shúrik" trata de un moderno Casanova cuya educación corre a cargo de una enérgica abuela y una madre de carácter débil. Ellas le inculcan el sentido de la abnegación, que produce en él una desviación: se siente atraído por mujeres desvalidas y esto le impulsa a desplegar con ellas una actividad sexual frenética para ofrecerles consuelo.

Ulítskaya confesó que tuvo una "fuerte tentación" de matar al protagonista de su libro, Shúrik, al que ha tardado 17 años en acabar de definir tras ser parte de un relato que la autora escribió en 1993.

La historia es a la vez una saga familiar --cuatro generaciones de una familia, desde comienzos hasta finales del siglo XX--, siguiendo la tradición rusa. Jaume Vallcorba, editor de Quaderns Crema, aseguró que "Ludmila es ya un clásico".

"LAS MUJERES SON CADA VEZ MÁS AGRESIVAS".

La autora explicó que escribió el libro movida por una "sensación de que algo estaba ocurriendo en el mundo real a la mujer" y explicó que en Rusia, donde hay menos hombres que mujeres, éstas "son cada vez más agresivas".

Por ello, argumentó, su protagonista se convierte "en una presa fácil para ellas" en un mundo donde "las mujeres luchan por conseguir a su hombre". Explicó también que vivimos un momento histórico "interesante" en el que "las mujeres en el poder son portadoras de la mentalidad masculina". "La siguiente generación no va a negar el modo de ser femenino", sentenció.

La autora explicó que se siente atraída por "aquellos campos de la vida donde todavía existe la esperanza" y, por ello, sus personajes se mueven en la desesperación, pero no se resignan.

También siente predilección por las "cosas insignificantes, que a menudo resultan lo más importante" de la vida. "Shúrik es poca cosa, un mujeriego que se acuesta con cualquiera que se lo reclame". Aseguró que lo importante de la obra es "la metáfora interna que saca a la obra del simple plano llano".